El Domingo preparé nuevamente la ensalada de pasta con salsa de nueces y queso Gruyère (dejé la receta unos post atrás) para mis padres,que no la habían probado (aunque sí que habían probado la ensalada Alemana y quedaron encantados).
Esta vez,en vez de calentar la nata con las nueces picadas,el perejil y el queso Gruyère rallado para hacer la salsa en caliente favoreciento que el queso se funda con la nata,lo que hice fue:
mezclar las nueces picadas y el queso Gruyère a dados con el resto de ingredientes de la ensalada y,posteriormente,añadir la nata y el perejil picado,sin calentar (es decir,todo en crudo).
El resultado fue una ensalada de pasta que nos ha demostrado que se puede tomar tanto en frío como en caliente.
Eso sí...también aprendí que si sobra ensalada,cuando vas a comerla al día siguiente la pasta ha absorbido toda la nata y se ha quedado más seca que la mojama...por ello mi padre me dió un truco (aunque,más que truco,lo añadiré como modificación personal a la receta,ya que el resultado es mucho más sabroso,para mi gusto): hacer una salsa a la pimienta,con la nata y algo de pimienta,eso sí,ligerita y liquidita,que no quede espesa ni empalagosa,una fina capa que apenas bañe la ensalada.
Es decir...ingredientes: los mismos, salsa: a la pimienta (nata,sal y pimienta) y degustación en frío (o en caliente,si preferís dar vuelta y vuelta a la pasta,junto con la salsa,en la sartén).
Sigo con mis investigaciones culinarias.Esta semana pretendo hacer alguna que otra innovación para ir aprendiendo el arte de la cocina (si no me pongo de parto antes,claro).
Como podréis imaginar,con la pesadez del final del embarazo de lo que menos ganas tiene una es de ponerse a cocinar (más que nada,por no estar de pie).
martes, 11 de mayo de 2010
Mejorando recetas...
Publicado por Miss|Cinnamon|Doll en 0:23
Etiquetas: » Cocina »
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