Dulce espera

Aún me acuerdo del día y la hora exactos en que me enteré que estaba embarazada.
Era un soleado Domingo de Septiembre,concretamente 20 de Septiembre,alrededor de las 14h.
Esa doble línea casi imperceptible me hizo saber que una nueva vida empezaba a crecer dentro de mí.
Miles de sentimientos acecharon mi cabeza y también mi corazón,y el del futuro papá.
A los pocos días pudimos ver a nuestro pequeño por primera vez,era tan,tan pequeño,que apenas se veía una habichuelita en 2D,una mini-célula espasmódica que confirmaba que había vida dentro de mi tripa.Empezaba a latir.
Unas semanas más tarde,la habichuelita se convirtió en una habichuela latente,latía con todas sus fuerzas al ritmo de un taquicárdico.
Tan solo un par de meses más tarde,esa habichuela ya era un bebé en toda regla,un mini-bebé que cabía en la palma de una mano,pero que tenía todas y cada una de las partes de un ser humano.
Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que dentro de mi tripa había un bebé,y ese bebé era nuestro hijo.
Es el gran milagro de la vida,un milagro tan difícil de alcanzar que resultaba casi imposible imaginar que nos hubiera tocado a nosotros.
A los cinco meses,supimos que nuestro hijo era un varón,un varoncito con todas sus partes,en toda regla.Tan solo unos minutos más tarde ya sabíamos cuál sería su nombre.
A partir de ese momento,todo fluyó demasiado deprisa,tan deprisa como que estamos a cuatro días de salir de cuentas y ya han pasado nueve meses...parece imposible,pero es cierto (y sinó que se lo digan a nuestro enano,que ronda ya sus tres kilitos).
Cada vez que pienso en aquel día,en aquella rallita rosa,parece tan cercano y a la vez tan lejano...no sabía lo que me esperaba,no sabíamos lo que nos esperaba,si bueno,si malo...ahora puedo decir (y creo que PODEMOS decir) que es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Decorar su habitación,amueblarla,comprarle ropita,carro,juguetes...vestir su cunita,llenar la casa de cajas de pañales y toallitas húmedas,invadir la cocina con el esterilizador,calienta-biberones (lo que mi padre llama "invasión prenatal" y esque su nieto le está robando espacio desde antes de nacer,y lo que le gusta a él...) TODOS,todos y cada uno de los momentos vividos a lo largo de estos nueve meses van a permanecer eternamente en mi memoria,no los cambio por nada del mundo y volvería a repetirlo una y otra vez,sin lugar a dudas.

Tengo que agradecer el apoyo incondicional de mis padres,sin quienes no hubiera salido adelante.Ellos me dieron la vida y ahora me están ayudando a dársela a mi hijo.Siempre han estado a mi lado y lo siguen estando.Jamás podré agradecerles todo el apoyo y la ayuda que nos han brindado a lo largo de estos nueve meses.
También me gustaría agradecer el apoyo,la comprensión,las horas de lectura de testimonios mutuos,la confianza y el cariño a todas mis compañeras premamás de Mayo,unas chicas a las que un día conocí vía foro y que ahora se han convertido en un importante pilar de apoyo.
Susana (x2),Vivi,Noelia,Naiara,Yaima,Cy...y al resto de mamás foreras: GRACIAS,de todo corazón.
Y,por supuesto,gracias a mi pareja por estar a mi lado durante estos nueve meses,aguantando mis insoportabilidades y demás momentos irritantes.

Solo quedan cuatro días para que la cuenta atrás finalice.Esperamos que el pequeñín no se haga de rogar...